Clava la plaza este año o sigue calentando silla

Cada hora que estudias sin un plan, alguien te adelanta hacia la plaza. Conviértete en quien marca el paso, no en quien persigue.

(tú verás)

Me dejo la mano con el subrayador y el test me planta un suspenso en la frente.
Pago tres academias, colecciono temarios… y sigo sin saber por dónde demonios empezar.
Repaso, repaso y repaso… pero la mitad se me evapora antes de llegar al simulacro.
Sé que hay leyes clave, pero acabo dándole cariño justo a las que nunca preguntan.
Mi calendario cambia más que el tiempo: hoy planifico, mañana improviso, pasado me hundo.
Vivo con el móvil lleno de tests, imágenes, foros… y con la cabeza llena de dudas.
Cuando llega el examen, mi mente se queda en blanco y ya sé lo que va a ocurrir.
Siento que estudio para coleccionar horas, no para coleccionar resultados.
Mi agenda es un campo de minas: cada día explota una tarea y no hago lo importante.
Tantos “mesías” prometiendo plaza exprés que ya no sé distinguir marketing de realidad.
Las redes me sorben horas como un vampiro: scroll, scroll… y adiós simulacro.
Me miro al espejo y ya no veo opositor; veo un candidato profesional al “me rindo”.